Don Jose Pérez Gómez, fundador de Cafés El Globo en 1965, se encontró con un problema más que inesperado a la hora de registrar la marca de la empresa. Nombre pensado, envases diseñados y listos para ser utilizados, furgoneta rotulada y preparada… Pero ChupaChups tenía algo que decir al respecto.

¿Y qué relación puede haber entre el nombre registrado por la empresa de piruletas y el de nuestro tostador de café 100% arábica? A pesar de que todos hemos consumido alguno de sus productos se nos escapa su historia y el nombre que precedió al que ahora todos conocemos. Y es que antes ChupaChups se llamaba GloboChups. ¿Lo sabías?

Podréis imaginar el papeleo necesario para darle la vuelta a un problema de esta índole y la dificultad que de aquella podría llegar a tener conseguir hablar con el número uno de la empresa de origen asturiano. Lo que no podríais imaginar es el desenlace. Después de meses de gestiones se consigue ese encuentro entre Jose Pérez y Enrique Bernat, que, tras una comida amistosa, le cede de forma gratuita la concesión de la marca. ¿Sería posible encontrar esta generosidad entre empresas hoy en día? A esta pregunta nos es imposible contestar, pero lo cierto es que gracias a esa acción desinteresada hoy nos podéis llamar por el nombre que leéis en nuestras tazas.