La variedad Geisha inunda todo El Chorrito con el 70% de las plantas bajo sombra. Así se consigue favorecer el ciclo de vida natural. Antes de la llegada de Armando se podaron las plantas para renovar los tejidos y conseguir una nueva producción de frutos.

En El Piano también crece la variedad Geisha. Junto a ella se aprecian Caturras, una mutación natural de la variedad Borbón que se caracteriza por plantas más pequeñas pero llenas de vida. En esta finca, al caer la tarde, se puede disfrutar de todo un espectáculo de murciélagos que llegan para polinizar nuestros cafetales.

Este año se ha caracterizado por el problema global del COVID. En las fincas se pudo apreciar la ausencia de cafeticultores in situ. Esto generó una mayor presencia de vida animal en el caso de las fincas de la familia Villegas. El ecosistema volvió a ser más abundante. Se pueden apreciar las llegadas de los pericos por las tardes, las zacuas (oropéndula moctezuma) y los murciélagos, además de otros materiales vegetativos que en anteriores cosechas brillaban por su ausencia. Debido a la ausencia humana se reestableció una simbiosis que se estaba mudando a lugares más recónditos y vírgenes. Los cafetales por tanto se han regenerado notoriamente en polinización, favoreciendo su fructificación. La cosecha 2022 se tendrá como una reconciliación entre las buenas prácticas agrícolas y la conservación ambiental.